Dos legisladores estadounidenses de alto perfil están exigiendo a la administración del Presidente Biden que responda de inmediato si Canadá sigue adelante con un plan para implementar un nuevo impuesto a los servicios digitales (DST) a partir del próximo 1 de enero.
Los DST son impuestos sobre los ingresos generados por la prestación de servicios digitales a los usuarios de la jurisdicción en cuestión o dirigidos a ellos. Hace varios años, la Oficina del Representante Comercial de EEUU (USTR) llevó a cabo investigaciones bajo la Sección 301 sobre los DST propuestos o implementados por varios socios comerciales de EEUU y determinó que los DST en seis países discriminarían a las empresas estadounidenses, serían inconsistentes con los principios predominantes de tributación internacional, y representarían una carga para, o restringirían, el comercio estadounidense. En respuesta, USTR propuso aranceles adicionales de hasta un 25 por ciento sobre bienes importados de estos países por valor de US$880 millones pero posteriormente puso fin a esa acción para darle tiempo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos para negociar un acuerdo multilateral sobre tributación internacional, incluidos los DST.
Sin embargo, dado que esas conversaciones se han dilatado Canadá ha dicho que planea implementar unilateralmente su propio DST a partir del próximo 1 de enero. Los funcionarios comerciales estadounidenses han indicado con anterioridad que “se oponen firmemente” a este plan, que, según observaron “crearía la posibilidad de importantes obligaciones tributarias retroactivas con consecuencias inmediatas para las empresas estadounidenses.” También advirtieron que si Canadá adopta un DST EEUU “examinaría todas las opciones posibles, incluso bajo nuestros acuerdos comerciales y estatutos nacionales.”
Sin embargo, en una carta con fecha del 10 de octubre el presidente del Comité de Finanzas del Senado, Ron Wyden (demócrata por Oregón), y el miembro Republicano de mayor rango del comité, Mike Crapo (Idaho), dijeron a la representante comercial de EEUU Katherine Tai que “el liderazgo político de Canadá no ha sido disuadido” por esta advertencia. Como resultado, alegaron que Tai “ahora debe dejar claro que [USTR] responderá inmediatamente utilizando las herramientas comerciales disponibles cuando Canadá promulgue cualquier DST.” Aunque los dos legisladores no especificaron cómo sería esa respuesta, un aumento arancelario parecería ser una opción dadas las acciones anteriores tomadas por USTR.
Al pedir una respuesta rápida, los dos senadores afirmaron que USTR no necesita un nuevo análisis extenso antes de seguir tal curso de acción, argumentando que la agencia ha examinado exhaustivamente medidas casi idénticas en sus investigaciones anteriores bajo la Sección 301 y que el DST de Canadá es similar en el sentido de que “utiliza criterios específicos, incluidos umbrales de ingresos globales, que apuntan a las empresas estadounidenses y a los servicios precisos donde las empresas estadounidenses son líderes.” El DST de Canadá también es retroactivo a 2022, lo que USTR describió en una investigación del DST de Francia como “inusual e inconsistente con los principios fiscales vigentes y hace que el impuesto sea particularmente gravoso para las empresas estadounidenses cubiertas.”
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