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Legisladores de la Cámara de Representantes y del Senado ya están considerando posibles opciones para utilizar aumentos arancelarios como herramienta para persuadir a los socios comerciales de EEUU a que modifiquen varias prácticas comerciales reprochables así como para ampliar la presencia de productos estadounidenses en mercados extranjeros.

El pasado 24 de enero, nueve legisladores republicanos de la Cámara de Representantes presentaron un proyecto de ley para facultar al presidente Trump a “abordar los desequilibrios comerciales perjudiciales causados ​​por los aranceles extranjeros y las barreras no arancelarias impuestas a los productos manufacturados de Estados Unidos.” Este proyecto ha sido remitido a los comités de Reglas y Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes.

El proyecto de ley de Comercio Recíproco de los Estados Unidos (H.R. 735) autorizaría al presidente a negociar con naciones extranjeras para reducir las tasas arancelarias sobre los productos estadounidenses y, cuando sea necesario, imponer aranceles recíprocos a los bienes fabricados en el extranjero que ingresen a EEUU. Los legisladores creen que con este nuevo poder de negociación el presidente “tendría las herramientas necesarias para promover un comercio justo y equitativo, reducir los déficits comerciales, impulsar la industria estadounidense y, en última instancia, negociar la reducción de los aranceles, abriendo o expandiendo aún más los mercados para los bienes estadounidenses.”

El representante Riley Moore (republicano, por Virginia Occidental), el principal patrocinador de este proyecto de ley, criticó las “décadas de decadencia bajo el sistema globalista que ha vaciado nuestra base industrial y ha enviado innumerables puestos de trabajo al extranjero” y afirmó que la legislación proporcionaría al presidente Trump la influencia necesaria para lograr reducciones arancelarias para los bienes estadounidenses. El representante Rulli (republicano por Ohio) agregó que la legislación “pone audazmente a Estados Unidos en primer lugar” al otorgar al presidente la autoridad para “reconstruir nuestra base manufacturera vaciada, fortalecer nuestra seguridad económica y reducir decisivamente el déficit comercial.”

Por otra parte, el proyecto de ley de Restauración de la Equidad Comercial (S. 206 y H.R. 694, presentados el pasado 23 de enero por el senador Cotton y el representante Moolenaar, respectivamente) (1) suspendería las relaciones comerciales normales con China; (2) introduciría gradualmente aranceles sobre los productos de China a lo largo de cinco años, incluidos aranceles de un 100 por ciento para los bienes que se determine que son importantes para la seguridad nacional de EEUU; (3) facultaría al presidente para crear cuotas y aranceles suplementarios para eliminar gradualmente las importaciones de China e instituir prohibiciones absolutas sobre bienes específicos de China; (4) pondría fin al trato de minimis para las economías cubiertas, incluida China (algo que, por cierto, acaba de ocurrir en el caso de China); y (5) exigiría agentes de aduanas para otros envíos de minimis. Esos proyectos de ley han sido remitidos al Comité de Finanzas del Senado y a los comités de Medios y Arbitrios, Agricultura, Fuerzas Armadas, Transporte e Infraestructura, y Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, respectivamente.

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