Recientes esfuerzos por parte de la Casa Blanca y del Congreso confirman que está aumentando el ímpetus para realizar cambios que afectarían a los envíos de bajo valor, los cuales juegan un papel preponderante en el comercio electrónico estadounidense.
La Sección 321 de la Ley Arancelaria de 1930 permite la entrada informal a EEUU de artículos que tengan un valor minorista no mayor a US$800 y que sean importados por una persona en un día. Estos envíos “de minimis” están libres de arancel y otros impuestos y se benefician de un proceso de despacho acelerado. Un informe de noviembre de 2023 de la Comisión de Comercio Internacional de EEUU (ITC) encontró que los envíos bajo la Sección 321 representan una parte sustancial de todas las importaciones de comercio electrónico de EEUU en términos de volumen y que China es la principal fuente de importaciones de minimis por un amplio margen.
Debido a que las importaciones de minimis están sujetas a requisitos mínimos de documentación e inspección, continúa creciendo la preocupación de que esta flexibilidad pueda utilizarse para transportar narcóticos o bienes que violen las leyes estadounidenses sobre el trabajo forzoso, la seguridad de los productos de consumo y los derechos de propiedad intelectual. En respuesta a estas inquietudes, este año se han presentado múltiples proyectos de ley tanto en la Cámara como en el Senado que buscan restringir el uso de la Sección 321, mediante (1) la prohibición de su uso con respecto a bienes originarios de economías no de mercado (tales como China) o productos sujetos a medidas por dumping o subvenciones y/o a aranceles impuestos bajo la Sección 301, la Sección 232 o la Sección 201; (2) la exigencia de un código arancelario de diez dígitos para las entradas de minimis de países sujetos a los aranceles de la Sección 301; y (3) la adopción de nuevas sanciones civiles para violaciones relacionadas con las entradas de minimis. El Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara ya aprobó un proyecto de ley con algunas de estas disposiciones y el presidente de la Cámara, Mike Johnson (republicano por Luisiana), ha dicho que está trabajando para que la Cámara apruebe a finales de este año un paquete legislativo enfocado en China que incluya restricciones sobre las entradas de minimis.
Mientras tanto, la administración del Presidente Biden ha utilizado las autoridades legales existentes para tomar sus propias medidas. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU (CBP) anunció el pasado otoño una estrategia para combatir el fentanilo y otras drogas sintéticas que incluye el compromiso de tomar medidas enérgicas contra los envíos de minimis no manifestados o mal manifestados mediante el empleo de acciones coercitivas progresivas más allá de la incautación, que pueden incluir sanciones, daños y perjuicios, denegación de derechos de desembarque y verificaciones de cantidades desembarcadas. En abril, el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU (DHS) anunció una estrategia mejorada para combatir el comercio ilícito de productos textiles y prendas de vestir que comprende una mejor detección de las entradas de minimis, incluida una mayor selección de objetivos, pruebas isotópicas y de laboratorio, y operaciones de aplicación de la ley enfocadas. Más recientemente, como parte de lo que el comisionado interino Troy Miller describió como el “enfoque de cumplimiento de múltiples niveles de CBP para prevenir el abuso del proceso de minimis”, la agencia hizo varias modificaciones a su prueba del tipo de entrada 86 diseñada para acelerar la entrada de envíos de minimis e incluso suspendió a varias empresas de esa prueba después de determinar que sus entradas presentaban un riesgo de cumplimiento inaceptable.
La Casa Blanca ha dado señales de que quiere acrecentar estos esfuerzos. En un memorando emitido el pasado 31 de julio, el presidente Biden ordenó a las agencias federales que redoblen sus esfuerzos para interrumpir las cadenas de suministro de fentanilo y opioides sintéticos, lo que, según un funcionario de la administración, “conducirá a una mayor recopilación de inteligencia, una mayor coordinación y cooperación, y mayores esfuerzos de interrupción.” Si bien no se dieron más detalles, una hoja informativa de la Casa Blanca señala que CBP ya está involucrado en esfuerzos relacionados, incluida la instalación de 123 nuevos escáneres a gran escala en los puertos de entrada de la frontera suroeste que aumentarán la capacidad de inspección de vehículos de carga del 17 por ciento al 70 por ciento.
Biden también pidió al Congreso que apruebe un proyecto de ley para “dar a los funcionarios fronterizos las herramientas que necesitan para rastrear y enfocarse de forma más efectiva en los millones de envíos de bajo valor que cruzan nuestras fronteras todos los días.” Una hoja informativa de la Casa Blanca indica que bajo esta legislación se otorgaría a CBP la autoridad para exigir documentación adicional y otra información sobre paquetes de minimis e impondría la pena correspondiente a los infractores. El proyecto de ley también añadiría una tarifa de usuario para los paquetes de minimis para ayudar a pagar el personal y los equipos necesarios para identificar e incautar más eficientemente el fentanilo ilícito que se envía en paquetes pequeños.
Si bien el proyecto de ley perpetuaría el actual enfoque sobre los envíos comerciales, que según la hoja informativa ha incluido operaciones que involucran a cientos de funcionarios federales en estaciones de contenedores, almacenes, instalaciones de envíos urgentes, instalaciones de correo internacional, aeropuertos y puertos de entrada durante los dos últimos años, la propia Casa Blanca reconoció que más del 90 por ciento del fentanilo prohibido se intercepta en los puertos de entrada donde los cárteles intentan contrabandearlo principalmente en vehículos conducidos por ciudadanos estadounidenses.
La Casa Blanca no mencionó la posible reducción del nivel máximo actual para los envíos de bajo valor, aunque el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, dijo recientemente que su departamento está trabajando para promover una legislación que haga esto mismo porque el nivel actual está dificultando el cumplimiento de las leyes que prohíben las importaciones de bienes fabricados mediante el trabajo forzoso.
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