Cualquier parte interesada puede enviar sus comentarios a la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) hasta el 3 de julio sobre una propuesta que establecería amplias restricciones sobre el uso del cloruro de metileno en una variedad de aplicaciones. Específicamente, la EPA está proponiendo lo siguiente:
- prohibir la producción (incluida la importación), el procesamiento y la distribución en el comercio del cloruro de metileno para uso de los consumidores;
- prohibir la mayoría de los usos industriales y comerciales del cloruro de metileno;
- exigir un programa de protección química en los lugares de trabajo que incluiría el requisito de cumplir con límites de concentración de exposición por inhalación y el control de la exposición para ciertas condiciones continuas de uso de cloruro de metileno;
- exigir requisitos de mantenimiento de registros y notificación posterior para varias condiciones de uso del cloruro de metileno; y
- otorgar ciertas exenciones por un tiempo limitado de los requisitos para usos del cloruro de metileno ya que la ausencia de dichas exenciones perjudicaría significativamente la seguridad nacional y la infraestructura crítica de EEUU.
La EPA afirma que su propuesta reduciría rápidamente la producción (incluida la importación), el procesamiento y la distribución del cloruro de metileno para todos los usos para el consumo y la mayoría de los usos industriales y comerciales, y que dichas restricciones se implementarían por completo en unos 15 meses. Para la mayoría de los usos del cloruro de metileno que la EPA propone prohibir, un análisis llevado a cabo por la agencia determinó que generalmente existen productos alternativos con costos y eficacia similares a los productos de cloruro de metileno.
La EPA otorgaría una exención de diez años de la prohibición propuesta sobre el uso del cloruro de metileno en pinturas comerciales y productos para eliminar revestimientos para la aviación comercial y las aplicaciones aeroespaciales comerciales, así como otra exención de diez años para el uso de emergencia del cloruro de metileno para promover la misión de la NASA en lo que respecta a ciertas condiciones específicas de uso.
La Ley de Control de Sustancias Tóxicas (TSCA) exige que la EPA aborde regulatoriamente cualquier riesgo irrazonable de daño a la salud o al medio ambiente identificado en una evaluación de riesgos de la TSCA y aplique requisitos en la medida necesaria para que la sustancia química identificada no presente un riesgo irrazonable. El cloruro de metileno, también conocido como diclorometano, es un neurotóxico y un probable carcinógeno humano extremadamente letal. Los efectos depresores sobre el sistema nervioso central asociados a esta substancia pueden provocar la pérdida del conocimiento y la depresión respiratoria, lo que puede resultar en un coma irreversible, hipoxia y finalmente la muerte (la EPA indica que se documentaron 85 muertes en EEUU entre 1980 y 2018 a causa de esta sustancia, la mayoría de las cuales fueron muertes ocupacionales). A pesar de estos riesgos, la EPA señala que el cloruro de metileno sigue siendo un solvente ampliamente utilizado en una gran variedad de aplicaciones comerciales y de consumo, incluidos adhesivos y selladores, productos automotrices, y removedores de pintura y revestimientos.
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