La agenda de política comercial para este año de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) continúa el enfoque de la administración del Presidente Biden en “generar nuevas oportunidades para los trabajadores y las familias estadounidenses y paralelamente apoyar y fortalecer a la clase media, impulsar la descarbonización y la sostenibilidad, y crear empleos bien remunerados a lo largo de la economía estadounidense.” También sigue haciendo hincapié en “reforzar las relaciones con nuestros socios y aliados y robustecer las cadenas de suministro críticas para resistir las crisis y las perturbaciones sistémicas y defender los valores democráticos.”
China
USTR afirma que la relación comercial entre EEUU y China es “compleja y competitiva”, siendo Beijing un proveedor dominante de numerosos bienes y tecnologías importantes pero que “utiliza medidas comerciales y económicas de forma abusiva o arbitraria para lograr objetivos políticos estratégicos.” En respuesta, la administración Biden continuará con su “enfoque holístico y pragmático” en lo que respecta a esta relación, que incluye inversiones nacionales innovadoras, un fortalecimiento de la resiliencia de las cadenas de suministro, un enfoque renovado en el compromiso estadounidense con sus socios y aliados, y considerar las herramientas existentes y buscar nuevas herramientas según sea necesario para combatir los daños causados por las políticas y prácticas no comerciales de China.
La agenda comercial menciona brevemente la revisión en curso por parte de USTR de los aranceles adicionales impuestos sobre numerosos productos chinos bajo la Sección 301, pero no da ninguna pista sobre cuándo podría completarse esa revisión. También afirma que USTR continuará un proceso de exclusiones arancelarias específicas y mantendrá abierta la opción de nuevos procesos de exclusiones arancelarias según sea necesario.
Resiliencia de las Cadenas de Suministro
USTR afirma que el fortalecimiento de las cadenas de suministro estadounidenses es “un componente crítico” de los esfuerzos para promover una política comercial centrada en los trabajadores y que su contribución a este trabajo incluye la elaboración de un enfoque para la política comercial y de inversión que facilite el movimiento de las cadenas de suministro hacia socios confiables a través del “friend-shoring” y el “near-shoring”, aborde los riesgos de las cadenas de suministros que emanan de prácticas comerciales desleales, cree oportunidades para que las empresas aumenten las opciones de abastecimiento (especialmente aquellas ubicadas en EEUU), y fortalezca los estándares laborales y las protecciones ambientales que rigen las cadenas de suministro globales.
Aplicación
USTR afirma que la administración sigue comprometida con hacer cumplir firmemente los acuerdos comerciales estadounidenses como un componente clave de una agenda comercial centrada en los trabajadores. Esto incluye hacer cumplir las normas laborales y ambientales (en particular las del Acuerdo entre EEUU, México y Canadá), garantizar que las regulaciones tengan una base científica y sean predecibles, y proteger y hacer cumplir los derechos de propiedad intelectual.
Descarbonización
USTR afirma que el comercio es “una herramienta indispensable” para acelerar la descarbonización y promover las prácticas ambientalmente sostenibles, que continúan siendo las principales prioridades para la administración. Por lo tanto, este año EEUU seguirá utilizando una variedad de herramientas disponibles, incluidas iniciativas comerciales nuevas y existentes, para buscar niveles más altos de protección ambiental por parte de sus socios comerciales y promover los esfuerzos de descarbonización.
Agricultura
USTR planea continuar sus esfuerzos para ampliar el acceso a los mercados agrícolas extranjeros mediante la negociación de acuerdos que incluyan disposiciones destinadas a eliminar o reducir las barreras no arancelarias. USTR buscará incluir en estos acuerdos disposiciones ejecutables basadas en las obligaciones de la Organización Mundial del Comercio, tales como garantizar que las medidas sanitarias y fitosanitarias tengan una base científica, se desarrollen a través de procesos transparentes y predecibles y se implementen de manera no discriminatoria. La aplicación de los acuerdos existentes, incluido el T-MEC, también será una prioridad.
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