La Representante Comercial de los Estados Unidos Katherine Tai indicó recientemente que EEUU continúa apoyando a la Organización Mundial del Comercio pero quiere ver reformas en la organización que la posicionen mejor para enfrentar los desafíos planteados por China.
En un discurso en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, D.C., Tai reiteró que EEUU está comprometido con la OMC y sus objetivos y valores fundamentales pero dijo que en una era más desafiante, caracterizada por el rápido avance tecnológico, la mayor incidencia de eventos climáticos extremos, las cadenas de suministro vulnerables, la intensificación de las fricciones geopolíticas, el aumento de la desigualdad y el aumento de la inseguridad alimentaria, todos necesitamos una OMC que se centre en esos objetivos y se ajuste a las realidades económicas actuales. Se necesitan reformas para lograr este objetivo, indicó Tai, y los cambios que según ella interesan más a EEUU están diseñados para contrarrestar las tácticas empleadas por China desde que se unió a la OMC en 2000.
Según Tai, una prioridad es “reconstruir la capacidad de la OMC para negociar nuevas reglas para los nuevos desafíos que enfrentamos”, tales como “las perturbaciones económicas globales masivas causadas por políticas y prácticas no de mercado que son contrarias a las reglas y normas básicas con las que todos estuvimos de acuerdo” como miembros de la OMC. China está utilizando herramientas como la focalización industrial o las actividades intervencionistas discriminatorias de las empresas estatales para dominar sectores industriales clave, promover campeones nacionales y discriminar a los competidores extranjeros, subsidiar masivamente sectores clave y manipular estructuras de costos, añadió Tai. Cuando tienen éxito, estos esfuerzos “crean concentraciones y vulnerabilidades en las cadenas de suministro que a su vez se convierten en palancas de coerción económica”, una queja frecuente de Washington contra Beijing.
Otro objetivo de larga data de EEUU es reformar el mecanismo de solución de diferencias de la OMC. Tai argumentó que este sistema tenía como objetivo facilitar soluciones mutuamente acordadas entre los miembros de la OMC pero que en cambio “se ha convertido en sinónimo de litigio.” También ha sufrido una falta de moderación, ya que según Tai el Órgano de Apelación se ha extralimitado “sistemáticamente al usurpar el papel de los propios Miembros para negociar y crear nuevas normas.”
Por lo tanto, el objetivo de la reforma no es restaurar el Órgano de Apelación ni que las cosas vuelvan a ser como eran antes, recalcó Tai, sino ofrecer confianza en que el sistema es justo. Con ese fin, EEUU ha sugerido cambios como hacer que las alternativas al litigio (como por ejemplo la mediación) sean opciones reales para todos los miembros de la OMC y garantizar que los paneles de solución de diferencias aborden sólo lo necesario para resolver las disputas y “resistir la tentación de pontificar.”
Con respecto a los problemas que EEUU tiene específicamente con China, Tai dijo que los cambios en el mecanismo de solución de diferencias también deberían incluir la restauración del espacio político para permitir a los miembros de la OMC regular y encontrar soluciones a sus necesidades apremiantes, como la protección contra las políticas no de mercado que EEUU acusa constantemente a China de utilizar. La Casa Blanca también quiere corregir los informes de los paneles de la OMC “que han afirmado que la OMC puede cuestionar los legítimos juicios de sus miembros sobre seguridad nacional, algo que ninguno de nosotros jamás pretendió.” La OMC se ha pronunciado en contra de los aranceles que EEUU impuso a las importaciones procedentes de China por motivos de seguridad nacional, pero los funcionarios estadounidenses han respondido enérgicamente que la organización se ha excedido en su autoridad al hacerlo.
Finalmente, Tai pidió una mayor transparencia; específicamente una mayor visibilidad de las leyes y regulaciones que cada miembro de la OMC tiene en vigor y que afectan al comercio. Dijo que una forma de alcanzar este objetivo es facilitar (por ejemplo, mediante el uso de nuevas herramientas digitales) que los miembros compartan sus leyes y regulaciones y que el público las busque y las vea. Tai también observó que los países que deliberadamente no cumplen con sus obligaciones de transparencia (una acusación que EEUU ha formulado durante mucho tiempo contra China) están socavando el sistema de comercio internacional pero no llegó a pedir consecuencias específicas para tal inacción.
Tai añadió que EEUU quiere ver avances en el esfuerzo de reforma para la próxima reunión ministerial de la OMC pautada para febrero de 2024, y que para lograr ese objetivo los miembros deben estar dispuestos a “fijar el progreso en áreas en las que podemos llegar a un acuerdo en lugar de continuar preservando un status quo insatisfactorio hasta algún futuro punto teórico en el que todos estemos de acuerdo en todo.” Sin embargo, un artículo de Bloomberg apunta que “las expectativas de un gran avance [en esa reunión] siguen siendo bajas porque la fecha límite de 2024 cae durante un año de elecciones presidenciales en EEUU y los funcionarios comerciales coinciden en que la administración Biden se vería en apuros para gastar capital político con vistas a reparar un sistema que no ha logrado moderar los peores abusos comerciales de China.”
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